El
problema de casi todos los que nos dedicamos a tejer es que siempre tenemos
pequeños ovillos de sobrantes, de todos los grosores y de todos los colores.
Tenía
un ovillo mediano de un estambre color verde, y en mi tono favorito. Era
demasiado pequeño como para hacer algo como una bufanda o incluso un cuello,
quería hacer algo con el que fuera a usar mucho, ya que me encanta ese color.
Pensé
en practicar flores en crochet y hacer algo con ellas, pero decidí hacerme una
mini carterita.
A veces
salgo un momento a la panadería o al mercado y solo me llevo el celular y la
tarjeta de crédito. Me pareció genial hacerme una carterita para eso de mi
color favorito.
El
ovillo verde era tan pequeño que tuve que combinarlo con negro, el resultado me
encantó
Luego pensé
en la posibilidad de hacer una flor o algún motivo en negro y colocárselo, pero
preferí dejarla tal cual.
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